MUNDOS PARALELOS

Desde hace bastante tiempo, los científicos, especialmente físicos desde Galileo Galilei incluyendo Albert Eistein, Steven Hawking y otros muchos renombrados han intentado explicar la existencia de los mundos paralelos, lo que comúnmente llamamos las “dimensiones”. El día de ayer, el Comando de la Policía Boliviana ha hecho declaraciones acerca de la inseguridad ciudadana latente en nuestro país. Estadísticas en mano aseveran “concientemente” de que vivimos en una de las ciudades más seguras del Estado Plurinacional de Bolivia. Bueno, en un mundo paralelo, apenas el pasado fin de semana de dieron casos de asesinatos, intentos de linchamiento, intentos de secuestro, entre los más grandes; ni contar los asaltos, plagios, robos, peleas, desordenes públicos, accidentes de tránsito por falta de control, violaciones, violencia intrafamiliar… entre los que se cuentan por montones entre san viernes y san lunes. Por otro lado, la cabeza del Ministerio de Hacienda y los voceros, delegados y eventuales del gobierno central, también, estadísticas en mano, nos hablan de un país donde no existe desempleo, donde los productos de primera necesidad rebalsan de los mercados, casi podrían asegurar de que no existe la pobreza en esta región. Mientras tanto, en otro mundo paralelo, la pasada semana un grupo empresarial tuvo que echar a la calle a algunos cientos de personas, el sector exportados está en crisis por la pérdida de mercados, los productores nacionales soportan como pueden el contrabando, las familias de las clases medias, que son más del 50% de nuestro país, tienen que hacer piruetas financieras para lograr que los salarios puedan cubrir alimentación, educación, salud, etc., amén de las políticas tributarias aplicadas a los salarios abarcando el universo de contribuyentes al alcance de sus garras. Ni hablar de aquellas manos que te jalan los pantalones a la salida de los Pollos Copacabana pidiendo limosna. Retomando la introducción, hubiese sido impactante para los científicos el realizar un estudio a las realidades existentes en los mundos paralelos de Bolivia.

*Texto de David Mealla Alarcón