Me
pregunto, ¿cuán terrible ha tenido que ser el pecado de Michelle? Cuán grave su
falta, cuán profunda su herida a la vida para que el “divino padre” haya
permitido su trágica muerte con tan sólo 10 añitos. Pero más aún, me pregunto cuán
pusilánimes somos nosotros para levantar tales cuestionamientos y conformamos con la trillada muletilla de “dios
sabe lo que hace” para apaciguar la rabia, la indefensión y los cuestionamientos
que se desatan cuando una niña o un niño fallecen de la forma tan estúpida como
sucedió con Michelle.
No pueden ser válidas las explicación que intenta socapar la decisión del “creador del universo” de quitar la vida de Michelle. Déjenme decirles que no podemos tragarnos la
simplista y bobalicona respuesta que intenta hacernos creer que hay
explicaciones que están fuera del “limitado” entendimiento humano que justifican
la muerte de una niña. Déjenme decirles que, por más divina que sea, no podemos ser cómplices de tan aberrante decisión sólo por que viene de una supuesta omnisciencia celestial.
Michelle
murió ayer de una forma tan estúpida y sin sentido que ha enmudecido a todas
las familias del colegio Domingo Savio, en La Paz. Su destino se truncó en las
puertas mismas del colegio donde esta niña construía los pilares de su futuro.
Su cabeza chocó con una de las ramas del añejo árbol que adorna la entrada del
Domingo Savio, mientras el bus escolar que la llevaba al cobijo de su hogar
partía. Michelle no midió el peligro que significaba sacar la cabeza por la
ventana del bus. Pero, ¿tan grave ha sido su infantil descuido como para
justificar su muerte? ¿Qué explicación podrá calmar el oceánico dolor que desde
hoy y por el resto de sus vidas ahogará a los padres de Michelle? ¿Qué palabras
hilvanará el cura o el pastor que oficie el funeral de hoy para encubrir el
dedo justiciero de dios?
¡Mierda!
¡Qué dolor tan pesado!
Hoy
unos pétalos de margarita marcan el lugar de la muerte de Michelle. Ese espacio
macabro donde decenas de niñas y niños observaron impotentes los últimos
instantes de su compañera desangrada. Ese lugar donde tan evidente se hace el
agobiante silencio de dios; dios el ausente.
Más vale su la inexistencia de Dios, que su idiotez o canallada?
ResponderEliminarES UN ACCIDENTE
ResponderEliminarAqui la estupidez es expresarse contra Dios por lo ocurrido,si dependeriamos de gente como tú para decidir quien vive y quien muere dependiendo de sus actos la humanidad ya se hubiese extinguido..
ResponderEliminarMAS QUE UN ACCIDENTE ES LA IRRESPONSABILIDAD DEL COLEGIO -DEL CHOFER, UNA NIÑA ES TRAVIESA, INQUIETA GRACIAS A DIOS PERO LOS ADULTOS SOMOS LOS DESCUIDADOS,IRRESPONSABLES E INHUMANOS CUANTAS VECES Y LO DIGO COMO MADRE VEMOS QUE CUANDO UN NIÑO QUIERE BAJAR DE UN BUS Y GRITA "BAJO" EL CONDUCTOR NO LE HACE CASO,CUANTAS VECES LOS NIÑOS ESTAN SUBIENDO AL BUS Y EL BUS AVANZA REFLEXIONEMOS ES CIERTO MICHELITA YA ESTA MUERTA,PERO ESTO SE HABRIA EVITADO SI FUERAMOS MAS RESPONSABLES CON NUESTRAS NORMAS Y SOBRE TODO CON EL RESPETO A LA VOZ DE NUESTROS NIÑOS Y NIÑAS
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