jueves, marzo 20

AL-AZAR, PARA SEGUIR BAILANDO

Desde Ecuador, Darwin Fuentes se sumó a la convocatoria para remixear la obra censurada de Al-azar.
No es casual que al arte se lo denomine como el campo donde se libra la batalla de lo simbólico. Y se trata de una batalla donde, lamentablemente,  los propios creadores terminan entre las víctimas. Casos se cuentan por centenares. En 1995 el gobierno nigeriano ejecutó al escritor Ken Saro-Wiwa. ¿Su pecado? Escribir en contra de la explotación de la población Ogomi por parte de la multinacional Shell, protegida por el régimen africano. Y en Afganistan los talibanes mandaron destruir instrumentos musicales tradicionales, tal como lo hizo el dictador Idi Amin en Uganda, por considerarlos un peligro para la moral religiosa. Emblemático también es el caso del cineasta iraní Jafar Panahi que, el 2010, fue condenado a seis años de cárcel y a 20 sin poder crear audiovisual alguno acusado de conspirar contra el gobierno desde su trabajo audiovisual.

Se equivocan los que piensan que la cultura y las artes son simples adornos y que sólo proveen momentos de armonía, placer y entretenimiento. Las artes son eminentemente espacios donde colisionan las incompatibilidades emocionales, los conflictos sociales y la polarización de pensamientos. Y lo hacen con un impacto más profundo de lo que sucede en la esfera de la comunicación cotidiana. No es exagerado asegurar que la cultura y las artes son cruciales para el debate democrático y para ayudarnos a ver nuestras virtudes y miserias como sociedad.


Leaño Martinet, protesta x la censura al dibujante boliviano,
La cultura y las artes son productores de ideología. Nuestras opiniones se forman en gran medida a partir de los libros que leemos, las tradiciones que mantenemos, la música que escuchamos, las películas que vemos y las imágenes a las que somos sometidos. Así, las artes no habitan en campo neutral; nos impulsan a pensar, criticar y a tomar posición. Y por ende la intolerancia y la censura siempre asecharán a las obras de los creadores.
La propuesta de Kike Prieto.
Ahora el peso de la guadaña moral cayó sobre una caricatura de Alejandro Salazar (Al-azar), uno de los caricaturistas más lúcidos que tiene Bolivia. Pero a no engañarse. Es el cálculo político y no así la real congoja ante los muertos que dejó la tragedia del Carnaval de Oruro el que ha movido a autoridades y líderes cívicos y sindicales a azuzar al pueblo orureño en contra del trabajo de Al-azar y el periódico La Razón, como castigo por publicar la mentada ilustración.

Es estremecedor constatar que a ninguno de los circunstanciales verdugos de Al-azar se le mueve un pelo cuando se les recuerda que fueron los propios bailarines quienes, al paso de la morenada y la diablada, borraron del asfalto la sangre de los fallecidos. Bailarines que, provenientes de distintos puntos del país (y de distintas clases sociales), decidieron que era más importante finalizar el bailongo que detenerse a llorar a los muertos. Pero no fueron los únicos. ¿Acaso se nos olvidó que en varias de las anegadas poblaciones benianas se optó también por seguir con la farándula carnavalera –con celebraciones de reinas incluidas- a pesar de la tragedia de las inundaciones?

Así como el payaso de circo que ante cualquier desdicha personal debe pintarse una sonrisa en el rostro para salir al escenario o como los músicos del Titanic que a pesar de la tragedia continuaron interpretando sus instrumentos, de igual manera bailarines y comparseros optaron por la máxima del entretenimiento gringo: the show must go on.
La gráfica de Al-azar, que fue censurada.
El pecado de Al-azar fue tener la valentía de plasmar en el papel esa paradoja humana que se vivió en Oruro. Y lo hizo con ácido, como lo ha venido haciendo por más de 20 años en cada una de sus obras gráficas. Pues las caricaturas de Al-Azar aguijonean, provocan e incomodan. No sólo al poder político y económico sino al ciudadano de a pie que, muchas veces lo olvida, es vital protagonista de la construcción de ciudadanía.


Oscar García se sumó a la campaña.
Duele la intolerancia que ha surgido en torno a la ilustración de Salazar. Pero duele aún más la reacción de los responsables del periódico La Razón quienes optaron por caer en el juego inquisidor de unos cuantos para herir el derecho de libre opinión de su colaborador. 

Le dieron la espalda a Al-azar y con esa actitud han permitido que en esta batalla por lo simbólico la víctima sea el derecho de nuestros creadores a "expresarnos" con toda libertad.

Han sido los propios artistas quienes han tenido que alzar la voz. A través de la página en Facebook Todos con Al azar han abierto un nuevo frente de lucha donde sus armas, como no podría ser de otra manera, están bañadas en las aguas de su creatividad. Ha surgido desde allí una convocatoria a artistas para remixear la obra original de Al-azar. La respuesta de la gente ha sido contundente y demuestra que la cultura y el arte son los espacios que nos articulan y que juntos siempre encontraremos la manera de burlar todo tipo de censura, todo tipo de intolerancia, todo tipo de estupidez.





9 comentarios:

  1. no se de donde sacaron esas mentirotas!!!! para comenzar... el dibujo no tiene nada que ver con las cosas que escriben en este texto que si estan bien plasmadas...pero son falsas las acusaciones que dicen que los bailarines limpiaron con sus botas la sangre... el carnaval se lo bailo para pedir x los fallecidos, pero el luto no les iba dar de comer a los musicos que solo yienen una oportunidad en el año para llevar comida a sus casa, x eso se continuo con el carnaval y x muchas cosas mas, como el ejemplo del payaso... en cuanto a esa pagina yo plasme mi opinion y me bloquearon de la pagina!!! que pena que un error humano del artista empañe a nuestro carnaval... por salvarle el pellejo a este dibujante que juega con una reputacion de tan linda cultura

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  2. que pena que exista tanto odio y envidia entre bolivianos...deberíamos estar unidos peleando por nuestra cultura que a diario quiere ser usurpada por otros países...que pena de verdad....

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  3. Te olvidas mencionar que en esa paginad de TODOS CON AL AZAR se borra, se censura y bloquea a todo comentario y persona que este en contra de lo que ustedes creen que ocurrió.
    Los que se dicen defensores de la libertad de expresión son los mas censuradores.
    Muy poca ética han demostrado a nivel de ese rubro de caricaturistas.

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  4. no saben como joder nuestro carnaval, están dolidos porque no les tiran bola a su gran poder... que pierdan nomas su tiempo en dibujar sus macanitas, al final el carnaval de ORURO sigue siendo PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD SEÑORES!!! hagan lo que hagan, dibujen lo que dibujen Oruro tiene el mejor carnaval del mundo reconocido a nivel mundial, HE DICHO!!!

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  5. YA LLEGÓ A SER MOLESTOSO QUE ESTOS ORUREÑOS OFENDAN A ALGO QUE ES DE LA PAZ COMO EL GRAN PODER, DONDE EL 95% DE LAS DANZAS SON PACEÑAS.Y NO COMO ORURO DONDE SE BAILAN 90% DE DANZAS PACEÑAS Y 1% DE DANZAS ORUREÑAS (diablada). SI SIGUEN EN SU PLAN DE SER QUISQUILLOSITOS Y OFENDER A LA PAZ, ENTONCES ESTOY DE ACUERDO EN ESA POSISIÓN DE INTERCAMBIAR ESE DEPARTAMENTO ORUREÑO POR TODA ARICA. Así recuperamos nuestro mar y nos libramos de gente que se creen la octava maravilla...DOS PAJAROS DE UN TIRO QUE BIEN¡¡¡¡¡¡¡¡

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  6. Lo que la envidia hace hacer!!!Oruro el mejor Carnaval del mundo!!!! Dibujantecitos de quinta!!! HDP!!!

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  7. Lo que secedio en Oruro fue terrible!!y siguieron bailando que verguenza...elproblema del boliviano es que piensa que cultura es solo bailar!

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