Slumdog, un cuento de hadas con crítica social

La historia es básica y sigue los arquetipos de un cuento de hadas: un niño pobre logra ser millonario ayudado por el azar y las experiencias que acumuló en su miserable vida. Así se resume Slumdog millionarie, de Danny Boyle. Claro, no falta en la trama la típica historia de amor imposible entre los protagonistas, quienes son separados una y otra vez como consecuencia de la "maldad" que se anida en los villanos de cuento. Nada nuevo como propuesta, es verdad. Con un final, más que predecible —casi insultante—, con baile bollywodense incluido. Sin embargo, cabe destacar que el guión está bien hilado, la interpretación de cada uno de los personajes logra hacerlos creibles tanto a ellos como a las situaciones que viven. La música descolla en esta ganadora del Oscar, al igual que la fotografía. Las escenas de humor son sutiles y dan un respiro al espectador. Sin embargo, la vida no es tan maravillosa ni tiene finales felices como el que muestra esta cinta. Me quedo con la denuncia —quizás no intencionada por el director— sobre la vida en las grandes urbes indias. Allí, donde a los niños se les ciega intencionalmente para recolectar más dinero en las calles.