Orinoca está de fiesta. Muy pronto miles de “fieles” peregrinarán hasta sus otroras olvidadas tierras, con lo cual esta población orureña se sumará al calendario religioso de romerías bolivianas que actualmente es dominado por Urkupiña y Copacabana. El encargado de dar la buena nueva fue nada menos que el vicepresidente del Estado Plurinacional, Álvaro García Linera, quien anunció que “el lugar donde nació Evo es sagrado”. Así que sólo es cuestión de tiempo para que centenares de “fieles” terminen peregrinando cada 26 de octubre — día del natalicio del Presidente del Estado—hacia Sud Carangas, donde se encuentra el ahora sancta sanctorum del masismo, Orinoca.
“Ha sido ese cerro, esa agua, ese viento, esa lluvia, ese sol que ha formado a un líder de América, a un líder del mundo, a un líder de los pobres”, predicó García durante un acto oficial. Y en realidad, sus palabras no sorprenden. Son la constatación de las paradojas y los efectos malsanos que puede provocar el poder en nosotros, simples mortales, una vez que probamos de sus mieles.
Vivimos en una etapa de endiosamiento de Evo y de sus actos. Un culto ciego hacia la personalidad delcaudillo que —cual divino salvador— nos está librando del Apocalipsis. En torno al Jefe de Estado se ha creado un sistema de gobierno tan personal que prácticamente no se deja espacio más allá de Evo y de la reducida flor y nata gobernante, liderada ésta por el Vicepresidente. Y todo lo que está fuera de ese “iluminado” anillo, no califica y, por ende, es desechable.
La élite masista se está intoxicando con el poder, lo que constituye un peligro para su gobierno y para aquellos que en algún momento creímos y apostamos al cambio prometido.El poder enceguece y suele ocultar en el reverso a un potencial despótico.
Éste termina aferrándose a los espejismos creados por los llunk’us del régimen. Y así, de a poco, termina perdiendo el sendero de la realidad. ¿Acaso no sucedió esto con Hosni Mubarak y con Muamar Khadafi?Ambos terminaron desconectados totalmente de su pueblo. Khadafi, en una total ceguera de lo que pasa a su país, llegó a decir que el movimiento ciudadano que busca su salida del gobierno se encuentra conformado por “jóvenes drogadictos”.
Por esa senda se dirige el Presidente, quien tacha de “neoliberales” y “derechistas” a cualquiera que se anime a criticar alguno de sus actos.
Con todo, no queda más que prepararse para las peregrinaciones hacia Orinoca. Quien sabe, hasta una iglesia Evoniana se podría levantar, al mejor estilo de la religión Maradoniana.
Claro que con la constante baja en la popularidad de Evo Morales, quizás terminen en la caminata la cúpula masista y alguno que otro despistado; que los hay, y muchos.
Texto: JB. Publicado en la Columna Sindical de La razón
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