C. no habita el amor.
C. tiene el pecho oprimido por el soplo de la soledad.
C. está en el umbral de los 30 y juzga que el alma se le marchita.
C. está en el umbral de los 30 y juzga que el alma se le marchita.
C. maldice tanto amanecer perdido.
C. siente que la vida se le va.
C. espera que los “te amos” y “te quieros” pueblen sus oídos.
C. espera que los “te amos” y “te quieros” pueblen sus oídos.
C. sueña con retirar las hojas secas de su cama.
C. quiere acabar con la paz de su vientre.
C. quiere amar.
C. quiere amar.
C, no desesperes; florecerás.
Te amamos; yo, la mujer torbellino y las lunas que nos bebemos.
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