ELÍAS BLANCO, EL HOMBRE DICCIONARIO

Elías Blanco, retratado por La Prensa

Si hay alguien en este país que ha dedicado su vida a arar en el mar, ese es Elías Blanco Mamani. Y no exagero. Hace décadas que Elías encara una batalla personal por rescatar del olvido a los personajes  que han nutrido y nutren la cultura. Se trata de una lucha solitaria y muchas veces amarga que apenas ha logrado el apoyo de instituciones estatales. A pesar de ello, este periodista e investigador paceño no ha cejado en su labor. Y prueba de ello es su blog Diccionario Cultural Boliviano, espacio que recopila más de 2.000 biografías de personalidades de la cultura boliviana. Se trata de una invaluable herramienta de consulta que, de lograr apoyo financiero, podría consolidarse como un referente a nivel regional.

Blanco Mamani es el hombre de los diccionarios. A saber, ha publicado entre muchos los diccionarios de novelistas bolivianos, de poetas bolivianos y biográfico de artistas. Además de obras como la Enciclopedia gesta de la literatura boliviana y 200 poetas paceños. Blanco tiene un largo recorrido en el periodismo. Nacido en 1962, fundó una agencia informativa cultural y la editorial El Aparapita, con la cual ha lanzado sus investigaciones. Muchas veces lo encontré recorriendo las oficinas de gerencia de periódicos en busca de apoyo para sus publicaciones. 

Recientemente, Elías Blanco hizo realidad otro de sus sueños, la apertura del Museo y Espacio Cultural El Aparapita, ubicado en Villa San Antonio. Se trata de un espacio donde los nuevos rostros del arte boliviano pueden exponer su talento.
Su blog Diccionario Cultural Boliviano ha recibido más de 170 mil visitas. La página cuenta con una valiosa información que debería ser de lectura obligatoria para todo aquel que se precie de ser un amante del devenir cultural boliviano. Claro, al ser una iniciativa personal, la página tiene en sí misma falencias, no de contenido, sino de diseño. Esto debido a la plantilla predeterminado por Blogger que limita la administración total del sitio. Por ejemplo, no se puede insertar en la página un sistema de búsqueda que facilite la navegación.
Ojalá alguna institución dedicada a la cultura se digne apoyar esta iniciativa, que no hace más que salvar del olvido a -como denomina Blanco- los forjadores de la Cultura boliviana.