miércoles, septiembre 26

LA HORA DEL ACTIVISMO DIGITAL EN BOLIVIA

Internet no sólo ha revolucionado nuestra forma de acceder a la información y, por ende, al conocimiento. La red está modificando nuestra manera de pensar, de pensarnos y de interactuar con el mundo. Sí, con el mundo. Porque el "ser" en internet implica que uno es parte de una estructura donde no hay un centro, porque el centro puede estar en cualquier parte. Significa que cualquiera puede ser miembro de ese "todo" que está conectado y estar organizado sin la necesidad de ser parte de una organización. En la web la palabra escrita parece comenzar a "gritar" más fuerte que la propia acción. 

Sí, información es poder. No hay novedad en ello. Lo interesante es que ese poder, como nunca antes sucedió en nuestra historia, está al alcance de nuestros dedos, aunque no seamos plenamente consientes de ello. Y ante los intentos del poder (en todas sus formas) de atacar y coptar todo espacio de crítica, ante la autocensura que está carcomiendo el trabajo libre de periodistas en medios de comunicación bolivianos, la única trinchera que queda está en el activismo digital.

Sí, sé que suena a discurso romántico en un país donde internet es aún un lujo para la gran mayoría. Sé que se critica, con justa razón, que el uso que gran parte de los internautas bolivianos hacemos de la red cae en lo frívolo. Eso es real, pero no deja de ser una media verdad. La otra verdad es que hay activistas digitales que están tejiendo acciones y discursos que alcanzan lo colectivo. Desde las redes sociales y los blogs se están generando pequeños movimientos que empiezan a impactar de distintas formas el día a día. Pienso, por ejemplo, en @mrduranch (Mario Durán) que desde El Alto anda desgañitando su teclado para que sumemos nuestra voz a su pedido de un mejor internet para Bolivia. Ese grito, inicialmente solitario y que poco a poco alcanzó gran apoyo dentro las redes sociales, tuvo eco fuera de los monitores. Algunos medios de comunicación agarraron el tema (vimos y oímos a @mrduranch en ellos) y obligó a empresas de telecomunicación responder cuestionamientos. Esa es una pequeñísima muestra de que las tenues olas que surgen en la red pueden llegar a transformarse en mareas invatibles. Se trata de esfuerzos esporádicos, pero que comienzan a develarnos nuevas formas de acción ciudadana y que demuestran que la comunidad boliviana en la red puede ser pequeña, pero activa.


Y si de activar(nos) se trata, allí están personajes como @e_liana (Eliana Quiróz), quien se ha entregado 100% al activismo digital, impulsando eventos como el hackaton, el wikiton, el primer LipDub de La Paz e investigando y publicando la situación de las redes sociales en Bolivia. A su lado está @wilofm (Wilfredo Jordán), todo un geek criollo a quien no le alcanza el día para empaparse de las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías y compartirlas con sus seguidores y con cualquier institución que solicite su apoyo. Ambos impulsan desde @gobernabilidad el concepto de cultura abierta. Y basta con ingresar a su página, www.gobernabilidad.org.bo (en mi opinión, el portal más innovador del país), para comprobarlo.

Facebook, "esa huevada pequeño-burgués"
Me confieso aún en pañales en el mundo digital. Recuerdo que hace unos años me negaba a tener correo electrónico. Mi trabajo como periodista me obligó a hacerlo. Largos debates armábamos en la redacción de La Razón, junto a @lilicarrillov (Liliana Carrilo), defendiendo nuestra posición de no abrir cuenta Facebook. "Esa huevada de pequeños burgueses", decíamos entre bromas. En la otra orilla estaba @mavsinc (Miguel Vargas), alentándonos a hacerlo. Finalmente fue la realidad (basada en una necesidad periodística), más que las razones que Vargas esgrimía, la que nos llevó a hacerlo. Nos sentíamos derrotados por caer en la tentación del "juguete de moda". Hoy lamento no haberlo hecho antes.

Hay que ver la importancia que la voz del periodista @mavsic tiene en Facebook, en lo relacionado al ámbito artístico. Estoy seguro de que ni él mismo sabe del poder que tiene su opinión para marcar agenda. Sin saberlo (o reconocerlo plenamente), Vargas es un activista digital del arte, lo cual no es para nada despreciable. Tanto es así, que vale más una opinión o recomendación de Vargas en Facebook que la propia agenda cultural publicada a diario por el medio escrito donde trabaja, La Razón. 
Lo mismo sucede con el trabajo del periodista de Página Siete Richard Sánchez. Difícilmente un comentario escrito por él en su medio impreso lograría la reacción que causan sus posts en Facebook, bajo la cuenta Lamalapalabra. Sólo necesita gatillar a sus seguidores con una pregunta (casi siempre relacionada a los avatares de la política boliviana) para desencadenar una avalancha de comentarios. Pronto uno se encuentra en medio de acalorados debates entre reconocidos personajes y mortales cibernautas. Díganme si esto no es activismo digital en su más alta expresión. 

Claro, es el debate político el que ha hallado en las redes sociales su mejor medio de expresión. Incluso periodistas que se sienten frustrados por la autocensura impuesta a su opinión al interior de los medios en los que trabajan, alzan la voz en la red. Los periodistas son los que en este momento -especialmente en Twitter- han encontrado una veta rica para explorar las posibilidades de libre expresión y la difusión de sus trabajos. Claro, hay que decirlo, también están los que sólo les interesa "ser populares" o afirmar una posición política en nombre de su prestigio periodístico, pero son contados. 

Periodistas como @meryvaca (Mery Vaca) y @alternabol (Jonatan Condori) han sabido trasladar (posicionar) su talante profesional en Twitter. Sus seguidores saben que a través de sus tuits estarán informados al instante y sin apasionamientos sobre los hechos noticiosos que cubren para sus respectivos medios, mucho antes que éstos lo hagan de forma pública. Cómo no calificar este trabajo como una especie de activismo periodístico digital, cuando la mayoría de los medios de comunicación parecen haber perdido su compromiso de informar los hechos con la mayor objetividad posible.

Paradójicamente, los medios de comunicación en Bolvia son los que menos explotan las posibilidades que ofrecen las redes sociales. Se dedican al copy-paste de los titulares del día. No les interesa la interacción con los internautas. Por ejemplo, no cuentan con una persona que responda las inquietudes que surgen en las redes sociales. Y no es cuestión de inversión económica, contar con lo último en tecnología o con contar con un ejército de expertos en periodismo digital, sino es un tema de apuesta y compromiso. Harían bien los editores digitales de los periódicos en conocer (navegar) la propuesta de La Nación (Argentina), en mi opinión el medio latinoamericano más avanzado en cultura digital en las redes sociales. Su mayor arma está en facebook.com/lanación Les invito a visitar su muro. 

Artistas, gestores y espacios culturales han puesto su mirada en las nuevas herramientas digitales. Allí están @telartes y @elgangocho, dos nacientes redes (la primera que engloba a todos los actores del mundo artístico-cultural y la segunda exclusiva de danza contemporánea) que han apostado por unirse para ser una sola voz. Y su amplificador es internet.

Cosas demasiado valiosas están sucediendo ahora mismo en la comunidad digital boliviana. Diversas voces se levantan y pueden ser escuchadas de forma libre y sin censura en las venas de este gigante que es internet. No sólo dentro de las redes sociales, la cara más visible de la red. También desde la propuesta de jóvenes programadores e informáticos que buscan su lugar en esta vorágine de información. Es por eso que eventos como el Hackmeeting 2012 - Cultura Abierta son tan importantes. El Hackmeeting, organizado por la UMSS y el mARTadero, promete ser el evento más relevante de los últimos años (se inició el 2010) y nos permitirá tener una idea más clara de lo que estamos creando desde Bolivia en la red. El encuentro, que se desarrollará este 29 y 30 de septiembre en el mARTadero (Cochabamba), podrá ser apreciado por los internautas del resto del país vía streeming. Estoy seguro que abrirá el camino para que nuevas voces se desaten.

No tengo idea si desde el activismo digital se pueda cambiar en algo este mundo. No sé si desde las redes sociales se podrá combatir el letargo que, a la mayoría de los periodistas, nos ata a expresarnos libremente, incluso dentro de nuestras casas periodísticas. Lo que sí puedo asegurar es que se están registrando revoluciones de baja intensidad que de a poco están reformando nuestra concepción de las fronteras convencionalmente establecidas. Dependerá de cada uno, desde el lugar que se encuentre, sumarse a esta marea o quedarse de simple testigo carcomido por el miedo y el "quemeimportismo".

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