jueves, septiembre 30

LA HORA DE LOS TRAMPOSOS

Quiero ser un tramposo, pero bieeeeen tramposo. Después de todo, ¿de qué mierda me ha servido el intentar vivir una vida más o menos honesta durante estos 35 años? Pues no de mucho, debo decir. Así que es hora de engrosar el creciente y bien acomodado círculo de los embusteros. Siempre les va bien: andan con las chicas más lindas, la billetera siempre llena, trabajo asegurado y con perspectivas de llegar hasta la silla presidencial para mantenerse allí por años de años. (Upss, ¿Me podrán meter preso por decir esto cuando se apruebe la ley Antirracismo?)
Que la política y sus caminos son repugnantes y cochinos, no es ninguna novedad. Pero que el propio Presidente del Estado Plurinacional, Evo Morales, se jacte en público y ante las cámaras de ser parte de esa inmundicia, es, por lo menos, alarmante.
Esta semana el Evo reconoció que en 2008 tendió una trampa a la oposición para habilitarse legalmente a la reelección en las elecciones de diciembre de 2014.
“¿Quieren que les diga la verdad? Nosotros sabíamos que la derecha en 2008 quería que yo cumpla mi mandato e inhabilitarme con el artículo transitorio. La derecha ha tratado de meterme una trampa y nosotros la cruzamos, pero le hicimos otra trampa más interesante de fondo. Eso es lo que no quieren asumir”, dijo entre sonrisas.
Es obvio: la política y sus estrategas siempre tienden al uso de herramientas que salen del marco de cualquier ética moral e, incluso, de las leyes para vencer a sus oponentes o cumplir sus objetivos (¿El fin justifica los medios?). Así ha sucedido, sucede y sucederá en todas las sociedades del mundo. No hay, en definitiva, político inmaculado ni aquí ni en la China.
Pero que el Presidente nos diga sin desparpajo que es un tramposo, es hasta surrealista. Y así, si la cabeza del país, el ejemplo de la bolivianidad, me dice que es bueno y productivo ser tramposo, pues no me queda mas que creerle.
Lo claro, con todo esto, es que desde un comienzo (2005) el proyecto del MAS era perpetuarse en el poder. Lo claro, además, es que harán todo (pero todo) lo que sea necesario para mantenerse como inquilinos del palacio Quemado.
Con todo, ya tengo algunos proyectitos para iniciarme en el mundo traposeril. ¡Cuidadito!
Texto: J.B.

1 comentario:

El Ciudadano dijo...

Es sencillo si García Linera dice que es blanco, en realidad debemos interpretar que es negro. Así de simple desde el comienzo.

No olvidemos la promesa del "SI" a la autonomía en la campaña de 2005 y luego el llamado a votar por el "NO" en junio 2006.