Un awayo fue atropellado en la localidad de Pocoata, en el norte de Potosí. La tradicional vestimenta se hallaba colgando junto a peluches, flores y serpentina en una de las calles principales del poblado, esperando engalanar una fiesta local. Fue el chofer del bus en el que viajábamos rumbo a Colquechaca quien —al no calcular de forma adecuada la altura de su vehículo— embistió y destruyó tan notable adorno popular.
El colorido awayo, junto a otros de menor tamaño, terminó en el piso, ante el desconsuelo general de los pocoateños que se encontraban acicalando su terruño para la fiesta. El chofer del bus, turbado por su “crimen”, puso el pie en el acelerador, y arrojando tímidas disculpas desde su pequeña ventana, abandonó el lugar. A los pocos segundos, mientras se detenía para alzar a un pasajero extra, fue detenido por un policia. Resulta que el desgraciado awayo había desaparecido. Y por ello, algunos de los vecinos culparon a algún pasajero “manos largas”. Después de una insólita búsqueda en el interior del bus, no se encontró a la desdichada prenda. Entonces, la pregunta sigue rondando: ¿Quién hurtó el awayo? Es un misterio.
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