Contados son los cineastas bolivianos cuya propuesta artística va más allá del deseo de llenar butacas. Uno de ellos es Rodrigo Bellot, referente del cine contemporáneo nacional fuera de nuestras fronteras. Claro, el director cruceño no ha estado exento de la polémica. El 2009 decidió no exhibir comercialmente en Bolivia su pieza más ambiciosa, Perfidia. La película se estrenó ese año en el Festival Internacional de Cine de Miami y de allí en más en distintos escaparates del mundo. En Bolivia fueron contados los que tuvieron el privilegio de apreciar la cinta. Tres años después, Perfidia llega a las salas bolivianas. Será el jueves 8 de marzo. Resta ver cómo recibirá el público y la crítica el filme más "intelectual" de Bellot.
Dependencia sexual (2003), Quién mató a la llamita blanca (2006) y Rojo Amarillo Verde (co-dirección-2009) conforman el bagaje cinematográfico de Bellot en el ámbito del largometraje. El director ha bebido las mieles del reconocimiento más que todo por sus guiños al lenguaje experimental del cine-arte. Y es precisamente de esa fuente que se nutre Perfidia.
El argumento no sigue para nada la narrativa convencional de la cinematografía. Un solo personaje, una sola locación. Gus, un hombre misterioso, se registra en un hotel al norte de Nueva York. Esa noche y en su habitación, se descubre, se re-inventa, se ama, se odia, recuerda, baila y llora mientras espera una llamada de teléfono, a las 4am, a partir de la cual su vida y la de otros cambiarán por siempre.
Hay que recordar que originalmente Bellot había programado proyectar Perfidia en Bolivia. Sobre la exhibición de 2009 encontré en el archivo de Lamalapalabra el anuncio que Bellot realizó a El Deber. “Perfidia no es una película de masas, es más bien para un público intelectual; es por eso que apostaré a distribuir esta película de manera diferente. Traeré un proyector digital desde EEUU y organizaremos un evento para su exhibición, en el que únicamente 2.000 personas puedan ver la cinta. Quiero devolverle al arte del cine la importancia que se merece, por eso el estreno será todo un acontecimiento, pues el público tendrá que asistir con traje de gala a la presentación”. Según la nota, la entrada estaba prevista en 20 dólares y su exhibición, en el Hotel Los Tajibos.
El argumento no sigue para nada la narrativa convencional de la cinematografía. Un solo personaje, una sola locación. Gus, un hombre misterioso, se registra en un hotel al norte de Nueva York. Esa noche y en su habitación, se descubre, se re-inventa, se ama, se odia, recuerda, baila y llora mientras espera una llamada de teléfono, a las 4am, a partir de la cual su vida y la de otros cambiarán por siempre.Hay que recordar que originalmente Bellot había programado proyectar Perfidia en Bolivia. Sobre la exhibición de 2009 encontré en el archivo de Lamalapalabra el anuncio que Bellot realizó a El Deber. “Perfidia no es una película de masas, es más bien para un público intelectual; es por eso que apostaré a distribuir esta película de manera diferente. Traeré un proyector digital desde EEUU y organizaremos un evento para su exhibición, en el que únicamente 2.000 personas puedan ver la cinta. Quiero devolverle al arte del cine la importancia que se merece, por eso el estreno será todo un acontecimiento, pues el público tendrá que asistir con traje de gala a la presentación”. Según la nota, la entrada estaba prevista en 20 dólares y su exhibición, en el Hotel Los Tajibos.
La decisión de Bellot, que hace años radica en Amsterdam, levantó entonces mucha crítica. Muchos apuntaron que con su determinación el realizador cruceño tachaba como ignorante al público boliviano. Otros salieron en su defensa, señalando que el realizador había apostado con su obra a un cine experimental, por lo que sabía que su pieza no gustaría a todo tipo de público.Lo evidente es que el estreno de Perfidia será uno de los hechos más relevantes de este año para el cine nacional, a pesar de su añeja data. Hay que verla y criticarla.
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