“Gays, lesbianas, bisexuales, transexuales y transgéneros no son ciudadanos de segunda categoría”. Lo señala con vehemencia Ronald B. Céspedes, quien a sus 31 años acaba de marcar un hito para el movimiento lésbico, gay, bisexual y transexual y transgénero (LGBT) chuquisaqueño. Céspedes se ha convertido en el primer activista gay en ser elegido asambleísta dentro de una Entidad Territorial Autónoma. El chuquisaqueño trabajará, junto a 130 ciudadanos más que conformarán la Asamblea Municipal de Sucre, en la redacción y aprobación del proyecto de Carta Orgánica de este municipio chuquisaqueño.
La Carta Orgánica se puede definir como una Constitución que regirá dentro de los municipios. En el caso de Sucre, se han definido seis fases principales para la construcción del texto. En la primera se instituyó el Foro Municipal de Organizaciones Funcionales, que aglutina a organizaciones sociales y cívicas del municipio. De esta instancia ya se eligieron 24 asambleístas, entre ellos Ronald B. Céspedes, que logró el apoyo de varias organizaciones sociales.
El resto de los asambleístas municipales será elegido en la segunda etapa –actualmente en ejecución-, a través de las asambleas distritales que se han instituido en los ocho distritos que conforman el municipio de Sucre. En total, serán electos 12 representantes por distrito. Luego viene una tercera fase con la Asamblea Municipal, instancia creada mediante leyes emanadas del Concejo Municipal de Sucre y que se convierte en una experiencia pionera en el país. Se asemeja a una Asamblea Constituyente, pero municipal", explica el asambleísta municipal electo.
La Asamblea Municipal iniciará su trabajo el 25 de mayo y desde ese día elaborará y redactará la Carta Orgánica de Sucre a la que se sumarán los concejales del municipio, quienes, a través de la leyes municipales Nª 02/2011, Nª 05/2012 y Nª 08/2012, se incorporarán en igualdad de condiciones para trabajar bajo las mismas reglas que los demás asambleístas municipales.
Una vez concluido este trabajo, el texto será remitido oficialmente al Concejo Municipal, instancia que elevará el documento al Tribunal Constitucional para su control de constitucionalidad y proceder, luego de cumplidas las observaciones si las hay, al referéndum municipal respectivo.
“Ésta es una experiencia peculiar y casi única en Bolivia. Hay otros municipios del país que ya han solicitado las leyes municipales que dieron luz verde a la Asamblea Municipal de Sucre, para ver si se puede copiar el modelo", afirma Céspedes.
"Lo importante es que en este proceso los actores sociales tendrán más preponderancia. Juntas vecinales, organizaciones gremiales y sindicales; juntas de padres de familia, defensores de derechos humanos, indígenas originario campesinos y varios otros sectores tan diversos son la conformación heterogénea del municipio de Sucre delegados de derechos humanos arman esta conformación heterogénea que es fiel reflejo del municipio de Sucre”, resalta el joven chuquisaqueño.
Entre los temas que Céspedes considera fundamentales en el tratamiento de la Carta Orgánica está la definición de la visión del municipio. “Surgen ya sugerencias que reconozcamos que Sucre es históricamente quechua”, explica.
La asignación de competencias, las atribuciones de los órganos Ejecutivo y Legislativo, lo financiero y el control social; la posible creación de nuevas entidades del municipio y los regímenes de minoría de género, generacional y de personas con discapacidad están entre los temas que serán debatidos.
Con todo, este activista gay sabe que enfrenta grandes desafíos hacia adelante, que no necesariamente tienen que ver con el proceso de redacción de la Carta Orgánica.
“No ha sido sencillo llegar a la Asamblea Municipal. Existe el estigma y el prejuicio, sin embargo queda claro que también hacemos política y que tenemos posiciones muy claras en cuanto a lo que es la reconfiguración que propone este nuevo orden constitucional. Tuve que tropezar en el camino con el prejuicio y discriminación de representantes específicos de confesiones cristianas, evangélicas y católicas pero no me afecta. Si algo aprendí en la vida es a no dejar que la discriminación ajena afecte mi vida”, asegura.
"En política pública no se puede anteponer la religión que uno profesa a una visión de construcción de Estado”, agrega.
Ronald B. Céspedes es escritor e investigador. Tiene estudios en Filosofía y Teología. Actualmente está inmerso en el conocimiento de la sociología. Se autoidentifica como quechua. Fue vocero nacional del movimiento de gays, lesbianas, bisexuales, transexuales y transgéneros de Bolivia en la Asamblea Constituyente y es actualmente director de la Fundación Diversencia, institución que trabaja en ocho municipios de Chuquisaca.
Texto: JB. Nota publicada en www.ananoticias.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario