MARIO CASTRO, EL RADIALISTA DE LA CULTURA

MARIO CASTRO, RETRATADO POR "EL DIARIO".

El silencio se apoderó de Radio Cristal, un pilar de la radiofonía nacional. Sólo se puede lamentar que la labor de su fundador, Mario Castro, no hallara el impulso necesario de las entidades culturales para mantener al aire las propuestas de la emisora paceña.

Comparto fragmentos de una nota realizada el 2009 sobre la radiodifusión boliviana, donde el protagonista es el gran radialista de la Cultura: Mario Castro.

Un piano retumba, unos pasos se acercan; una puerta se abre, un disparo estremece... De pronto, sólo el silencio se apodera de la señal radial. 

"Ni una palabra era necesaria, simplemente la belleza de los efectos sonoros incitaban a la imaginación de la gente y daban vida a 'Puntos suspensivos', un programa donde el final de cada historia lo ponía el oyente".

Un dejo de melancolía parece haber conquistado la voz de Mario Castro. No es usual en él, pero hoy la licencia es justificada ya que el radialista rememora uno de los programas que consolidaron en el éter a la radio que fundó hace 32 años, Cristal. 

Era el siglo XX, cuando los estudios de las emisoras del país contaban con pesadas grabadoras de carrete que obligaban a los técnicos de producción a cortar una y otra vez las cintas grabadas durante el proceso de edición de programas y de jingles.

"Ahora todo es digitalizado. La tecnología en esta rama de la comunicación avanza a pasos agigantados. Hoy, ya no es analógica, sino digital; ya se descartaron los discos de vinil y las cintas magnetofónicas ya pasaron a la historia", masculla Castro, mientras se pierde en la moderna computadora que hoy almacena a la vasta y exquisita discoteca de Cristal.

Al igual que esta emisora, gran parte de las radios del país tienen la mirada puesta en las nuevas corrientes tecnológicas, de formatos y de contenidos que impulsan a la radiodifusión mundial y que buscan mantener a este medio de comunicación —en plena era de la imagen— en el gusto de la gente.

Radio ´a la carta´

Impulsada por el ímpetu de los hermanos Rodolfo y Enrique Costas, el 3 de marzo de 1929, Radio Nacional de Bolivia inauguró la era de la radiofonía comercial en el país. Ese día, un transmisor estadounidense de 1.000 watios de potencia llenó de sonidos al centro paceño. Esa fue la cobertura inicial de esta emisora. 

Bolivia no conocía todavía los radioreceptores, motivo por el cual los empresarios se vieron obligados a importar los primeros equipos de recepción que se hallaban cubiertos por elegantes diseños de madera y que al inicio despertaron susceptibilidades. "¡Brujería!", exclamaron ese día algunos ciudadanos paceños al escuchar voces y melodías escabullirse por la caja de madera.

79 años después, Bolivia se prepara para ingresar a la era de la radio digital, receptores que se asemejarán a pantallas de computadoras, que ofrecerán al oyente un sinfín de posibilidades y obligarán a los operadores de radio a ser expertos en el área multimedia.

Durante gran parte del siglo pasado, las emisoras sólo podían emitir su señal por ondas medias y cortas, en Amplitud Modulada (AM) y de forma analógica. Una de ellas fue radio Panamericana, estación que llegó al éter el año 1972 con el objetivo primigenio de difundir los éxitos de la empresa discográfica Discolandia. Hoy, Panamericana se ha consolidado como una de las radios informativas más completas del país gracias a sus despachos en directo vía teléfono y vía satelital.

Un impulso cultural

Mario Castro se puede considerar un sobreviviente de la radiodifusión nacional. Desde sus 17 años, este comunicador ha visto, desde los estudios de locución, nacer y morir formatos y tecnologías radiales. De la onda media a la onda corta, del sistema analógico al digital, del disco de vinil al compacto... También ha visto desbaratarse proyectos como radio Cumbre, emisora creada por éste, dedicada a la música clásica, y que salió del éter por falta de apoyo comercial.

Sin embargo, Castro, premiado con el galardón Gunnar Mendoza por su trabajo cultural, no se rinde en su intento por presentar al público programas con ´contenidos que sean edificantes´. Es por ello que entre los proyectos de radio Cristal se encuentra la creación de un centro que se constituirá en el brazo cultural de esta emisora.

Unos pasos se alejan, una puerta se cierra; un suspiro resuena lejano y da pie a un concierto de violines. La visita a las instalaciones de Cristal ha concluido.