jueves, julio 3

ENCUENTRO DE ESCRITORES / DÍA 1 / "PEÑA, LA PALABRA Y LA POLÍTICA"

Claudia Peña esbozó sus primeros escritos como un acto de rebeldía. Es desde la palabra que se insubordinó, entre otros, ante las prácticas machistas que la rodeaban. Liberar el cuerpo y desatar el alma desde el papel fue, para ella, un acto de rebeldía. Como también lo fue ingresar a las movedizas arenas de la política nacional, hoy como ministra de Autonomías. 

Y ha sido precisamente desde esa experiencia como servidora pública desde la cual Peña se dirigió anoche a los asistentes a la inauguración del 8vo Encuentro de Escritores Iberoamericanos, que se abrió ayer en el Centro Patiño de Cochabamba y que se extenderá hasta este sábado 5 de julio.
Peña se dirigió al público desde la improvisación, pues no había preparado texto alguno para llevar adelante su exposición. La escritora cruceña prefirió poner por delante su testimonio, compartir cómo la palabra ha adquirido para ella nuevas dimensiones fuera de la escritura.

“El ejercicio del poder permite tener otra visión del mundo. Como escritor muchas veces se te aconseja que para este oficio es necesario leer mucho. Es verdad, pero ahora sé que no se trata de leer sólo libros sino también de leer la voz de la gente. Escribe mejor quien vive más, quien tiene más experiencias vitales y quien menos se ha encerrado en su burbuja”.

La palabra crea realidad y puede vencer hasta la fuerza física. Peña narró su experiencia en momentos de conflicto social donde ha sido la palabra hablada la que ha determinado el fin de momentos de crisis. En el tema de los conflictos de límites “gente que se ha enfrentado por años y que ha puesto siempre por delante la fuerza física termina en una lucha de palabras cuando se instala el diálogo. Y por más presencia de poder físico que tenga a su lado si se le acaban los argumentos sabe que debe retirarse de la pelea. Quién logra contagiar con la palabra su lógica es el que vencerá”.

Inevitable fue la alusión desde el público a su preferencia política. Se le cuestionó el que hable de rebeldía siendo parte de una administración gubernamental que aplaca todo signo de rebeldía. Peña contestó que más bien los actos del gobierno de Evo Morales están empapados de rebeldía. “¿Acaso tener un presidente indígena no es un acto de rebeldía?”, cuestionó Peña, quien apuntó que todavía no se ha iniciado el relato, desde las literatura, del proceso político y social que vive Bolivia.

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