Nunca como ahora la humanidad ha estado ante una capacidad de expresión tal como la que se tiene hoy. Me explico. Cuatro han sido los hitos que por su impacto han revolucionado la comunicación y los medios, como lo resume Clay Shirky. Primero lo hizo la imprenta. Luego llegó el teléfono abriendo la posibilidad de la conversación de voz en tiempo real. Un siglo después, el mundo se puso de cabeza con la llegada de la fotografía y la imagen en movimiento. Y, finalmente, imagen y sonido se abrieron paso por el espectro electromagnético; nacía la Tv y la radio. Pero ninguna de estas revoluciones por si solas brindaron la posibilidad de una comunicación masiva que permitiera la interacción. El medio que era bueno creando conversaciones (como el teléfono) no lo era para crear comunidad. Y aquel que era bueno creando grupos (periódico) no lo era posibilitando conversaciones. Internet permite ambas posibilidades, una comunicación horizontal presta a generar comunidad.
Es una revolución que permite al ciudadano no solo ser consumidor de información, sino productor de ella. Se trata de una realidad no muy bien digerida por poderes que siempre han gozado del monopolio de la información. Los medios de comunicación no comprenden que cada vez nos interesa menos que sean simples fuentes de información. Requerimos interlocutores de ida y vuelta que generen redes de información.
Sorprende, igual, que los gobiernos se la pasen buscando fórmulas para controlar las redes en vez de buscar la manera de sintonizar desde allí con el ciudadano, sus problemas y sueños. Lo que importa aquí no es el capital tecnológico, sino el social. Los retos son inmensos. El principal: ¿cómo hacer mejor uso de estos medios?
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