José Eduardo Murillo Mendizábal se hizo músico para poder conquistar muchachas. Corrían los primeros años de la década de 1960 y, armado de su guitarra, un adolescente Pepe Murillo (1947) recorría, junto a sus amigos, las calles de la Riosinho interpretando boleros para robar el corazón de sus vecinas. “No éramos agraciados físicamente, entonces decidimos cantar serenatas para conseguir chicas... Y la verdad es que nos fue bien”, rememora el artista potosino, que este año celebra medio siglo de vida artística.
“50 años, ¡qué grave!”, masculla este paceño de corazón, cuyo destino musical fue sellado desde las oficinas de un banco. Y es que vivir del arte no se hallaba en los planes del joven Murillo. “Yo tenía otras aspiraciones entonces, quería ser gerente de alguna empresa. Y el mejor lugar para aprender eso era desde un banco”, dice.
Y así, sin importar que junto a sus amigos de barrio —Rolando Quiroga, Emilio Guachalla, Óscar Mondaca y Héctor Vásquez— hubiera llegado a tocar en radios y otros escenarios paceños, Murillo decidió cambiar la guitarra por los documentos contables del departamento de Cuentas Corrientes del Banco Mercantil. De allí saltó a las oficinas del Bank of America. Para entonces, Murillo realizaba presentaciones artísticas de forma esporádica, como invitado de la agrupación de su amigo de infancia, Carlos Palenque Avilés.
Sin embargo, todo cambió el día en el que su jefe le convocó a su oficina para informarle que “por su bien” lo despediría.
— Tienes que irte del banco.
— ¿Estoy fallando en algo?
— Sí, estás fallando en la proyección de tu vida. Tienes un gran futuro en la banca, como la pueden tener muchos. Pero, de mil personas, sólo una puede ser realmente un artista. Y tú eres una de ellas.
Las palabras de Leroy Martínez se mantienen vivas en la memoria de Murillo, como el día en el que dejó su oficina en el banco. Carlos Palenque siguió su ejemplo y abandonó su puesto en una entidad estatal. Nacía entonces una de las agrupaciones más importantes en la historia de la música nacional: Los Caminantes. Al proyecto se sumó Tito Peñarrieta, quien luego fue reemplazado por Percy Bellido.
Vestidos con el traje del ch’uta paceño, los músicos recorrieron escenarios nacionales e internacionales. Sus discos fueron editados en varios países. Canciones como La cueca del caminante, Lloré por ti y Sed de amor pronto se enmarcaron entre las más escuchadas en las radios.
“50 años, ¡qué grave!”, masculla este paceño de corazón, cuyo destino musical fue sellado desde las oficinas de un banco. Y es que vivir del arte no se hallaba en los planes del joven Murillo. “Yo tenía otras aspiraciones entonces, quería ser gerente de alguna empresa. Y el mejor lugar para aprender eso era desde un banco”, dice.
Y así, sin importar que junto a sus amigos de barrio —Rolando Quiroga, Emilio Guachalla, Óscar Mondaca y Héctor Vásquez— hubiera llegado a tocar en radios y otros escenarios paceños, Murillo decidió cambiar la guitarra por los documentos contables del departamento de Cuentas Corrientes del Banco Mercantil. De allí saltó a las oficinas del Bank of America. Para entonces, Murillo realizaba presentaciones artísticas de forma esporádica, como invitado de la agrupación de su amigo de infancia, Carlos Palenque Avilés.
Sin embargo, todo cambió el día en el que su jefe le convocó a su oficina para informarle que “por su bien” lo despediría.
— Tienes que irte del banco.
— ¿Estoy fallando en algo?
— Sí, estás fallando en la proyección de tu vida. Tienes un gran futuro en la banca, como la pueden tener muchos. Pero, de mil personas, sólo una puede ser realmente un artista. Y tú eres una de ellas.
Las palabras de Leroy Martínez se mantienen vivas en la memoria de Murillo, como el día en el que dejó su oficina en el banco. Carlos Palenque siguió su ejemplo y abandonó su puesto en una entidad estatal. Nacía entonces una de las agrupaciones más importantes en la historia de la música nacional: Los Caminantes. Al proyecto se sumó Tito Peñarrieta, quien luego fue reemplazado por Percy Bellido.
Vestidos con el traje del ch’uta paceño, los músicos recorrieron escenarios nacionales e internacionales. Sus discos fueron editados en varios países. Canciones como La cueca del caminante, Lloré por ti y Sed de amor pronto se enmarcaron entre las más escuchadas en las radios.
* Fragmento de la nota publicada en la revista Escape: http://www.la-razon.com/version_es.php?EditionId=2131&ArticleId=158&a=3
1 comentario:
Grandes exponentes de la musica criolla Boliviana, me encanta como canta la cueca, ojala se tome mas en cuenta a los exponentes y protectores de nuestra cultura criolla Boliviana.
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